Ahorrar para la jubilación es uno de esos objetivos en los que la mayoría de la gente empieza a trabajar cuando es relativamente joven. Trabajando durante toda su vida laboral, podrá ahorrar lo suficiente para disfrutar de la jubilación.

Pero pueden surgir muchos retos que afecten a esto. Por ejemplo, el dinero ahorrado en una cuenta de ahorros puede tener que utilizarse para reparar daños en la vivienda familiar. Una de las formas de sortear este problema concreto es a través de un fondo de jubilación, como un plan 401(k), 457, IRA o SEP. Sin embargo, pueden perderse o reducirse considerablemente con el divorcio.

Para entender mejor cómo los fondos de jubilación son tratados durante un acuerdo de divorcio en Maryland, primero tendremos que discutir el concepto de propiedad conyugal. Este concepto es vital para todo lo que viene a continuación. A continuación, podremos profundizar en el debate sobre cómo se dividen los fondos de jubilación. Sin embargo, muchas parejas dividen sus activos de jubilación mediante un acuerdo de separación. Sin embargo, cuando los activos se dividen de esta manera, algunos puntos cruciales pasan desapercibidos, por lo que también los destacaremos.

¿Cómo funcionan los bienes gananciales?

Al divorciarse, se presta mucha atención a lo que son y no son bienes gananciales. Los bienes y activos que una persona aporta al matrimonio son suyos y sólo suyos; en cambio, los activos ganados y adquiridos durante el matrimonio son bienes gananciales.

Cuando una pareja se divorcia, se reparten los bienes gananciales. La forma en que se dividan los bienes gananciales dependerá del estado en que se encuentren. Algunos estados intentan dividir los bienes conyugales lo más cerca posible del 50/50%. Sin embargo, Maryland es un estado de propiedad equitativa, por lo que no se preocupa por ser lo más equitativo posible.

En un estado como Maryland, los bienes gananciales se dividen de manera justa y equitativa. Esto puede significar, por ejemplo, que el individuo que gana más dinero acabe cargando con una mayor parte de las deudas conyugales. Podría significar varios resultados diferentes, ya que los tribunales sopesarían información como cuánto gana cada cónyuge, cuánto aportan al hogar, cuánto duró el matrimonio y muchas otras cuestiones.

Sin embargo, los bienes que se dividirían de este modo son únicamente los gananciales. Así pues, para determinar qué ocurre con una cuenta de jubilación, primero hay que determinar si esa cuenta estaba compuesta o no por bienes gananciales. En algunos casos, esto puede ser fácil de determinar. En otros, puede ser más difícil porque se trata de una combinación de bienes conyugales e individuales.

¿Cómo se reparten los fondos de jubilación?

Si los activos de un fondo de jubilación se obtuvieron de un empleo durante el matrimonio, se considerarán activos conyugales. Son un poco más difíciles de gestionar que la mayoría de los bienes, ya que hay que tomar medidas adicionales para dividirlos. Hablaremos de esos pasos dentro de un momento, pero antes, abordemos una de las mayores áreas de confusión.

Muchas personas empiezan a ahorrar para su jubilación antes de casarse. Después de la boda, siguen ahorrando para la jubilación de la misma manera. Esto es perfectamente normal, pero puede dar lugar a una situación confusa cuando una cuenta de jubilación se compone de activos conyugales y no conyugales.

Los bienes ganados antes del matrimonio no deben dividirse durante el divorcio. Sin embargo, podrían acabar dividiéndose si el individuo en cuestión no toma las precauciones adecuadas. El problema es que si quiere reclamar una parte de su fondo de jubilación como bienes no gananciales, tiene que demostrar que los fondos en cuestión no son bienes gananciales. La forma más fácil de hacerlo es con un registro en papel, pero mucha gente no lleva registros precisos. Si no se demuestra que los bienes no eran gananciales, los bienes se clasificarán como gananciales y se dividirán en consecuencia.

Cuando llega el momento de dividir los activos de jubilación, hay que recordar que la ley federal interviene en muchos fondos de jubilación. Para dividir estos fondos, el tribunal tiene que emitir una Orden Calificada de Relaciones Domésticas para que el administrador del plan pueda transferir los fondos al ex cónyuge no empleado. Además de permitir el traspaso de fondos de un plan de jubilación, también permite a la persona a la que se asignan los fondos depositarlos en otra cuenta de jubilación sin que se le apliquen penalizaciones por retirada anticipada.

¿Se pueden repartir los fondos de jubilación mediante un acuerdo de separación?

Aunque los tribunales dividirán los bienes conyugales cuando ninguno de los cónyuges pueda llegar a un acuerdo, la mejor manera de asegurarse de que ambas partes estén contentas con el resultado es evitar los tribunales llegando a un acuerdo usted mismo. Sin embargo, seguiría siendo necesaria una Orden Calificada de Relaciones Domésticas para transferir fondos.

Los fondos de jubilación pueden no considerarse prioritarios a la hora de dividir los bienes conyugales. Muchos quieren centrarse en bienes que tengan una utilidad o un valor inmediatos. Por ejemplo, el hogar conyugal puede parecer mucho más importante que los activos para la jubilación. Sin embargo, es crucial considerar qué activos necesitará a lo largo de su vida, especialmente de cara a su jubilación, y no sólo qué es lo más inmediatamente útil.

Considere también que los distintos activos de jubilación pueden tener distintos valores finales. Por ejemplo, Hacienda grava las retiradas de las aportaciones antes de impuestos, pero no las aportaciones después de impuestos. Así que las cifras reflejadas en una cuenta de jubilación pueden no ser exactas cuando llegue el momento de utilizarlas. En lugar de tomar una decisión de inmediato, merece la pena dedicar tiempo y esfuerzo a estudiar en profundidad cada fondo de jubilación (y cada bien ganancial).

¿Debo trabajar con un abogado?

Un abogado experto en divorcios puede ayudarle no sólo con el divorcio en sí, sino también a tomar decisiones sobre bienes como sus cuentas de jubilación. En la división de los bienes conyugales hay que tomar decisiones complicadas. Aun así, un abogado con experiencia puede facilitarle las cosas ayudándole a detectar problemas que no había considerado y a encontrar soluciones que un ojo menos experimentado podría pasar por alto.